martes, septiembre 20, 2005

Número Uno, semptiembre 2005

Número Uno



Publicado el 20 de septiembre de 2005

Artículos:

De la religión
Lo que pierde de humano lo humano
Prostitución vs. reciclaje
La amígdala por Dr. Vinicio Martínez
Javier Corcobado
Universidad y docencia igual a ciencia 2a parte por Lic. Víctor Martínez
La frustración
¿Cómo influye el apego en la vida del ser humano?


Lecturas:
Pasado y futuro
Luz de sol
Nunca tú #2
No, o tú ya sabes que es para ti
Lucidez ambigua
Epistolario celeste Carta primera
Enfermo de ti
Vamos a hacerlo

Enfermo de ti, letra de Javier Corcobado

"Enfermo de ti"

Letra de Javier Corcobado

(Texto publicado en Revista Catarsis Número 1)

No des más latigazos

en el timón de mis labios

señor no me castigues más.

No claves más flechas en el lago de mis ojos

que no, no me quiero curar.

Aquí estoy en mi canción

y no hay droga que me calme,

suplicando a mi cielo,

un poco de compasión.

Hace mucho que me fui

y nunca podré olvidarte

infectado aún de tus besos

y de tu incurable amor.

Enfermo de tí,

en este mar de niebla,

voy a teñir la nieve,

con mi soledad,

Enfermo de tí

mi alma es un bosque oscuro

donde yacen los escombros de mi voluntad.

Ya no tengo tus colores

para mis sueños pintar

Y esas palabras de seda

que acariciaban mi mal.

Tus labios de terciopelo,

tus brazos de bronce y miel

no están ya, cada mañana

y ahora es invierno en mi sien.

Tu linda sombra desapareció

y estoy perdido sin tu perfume azul,

en laberintos de cuchillas de flor.

Caducas mi suspirar,

enciende mi corazón,

descalzo en rojo carbón,

mi voz sangra esta canción.

Enfermo de tí,

en este mar de niebla,

voy a teñir la nieve,

con mi soledad,

Enfermo de tí,

voy a morir la vida

y pedirte que me mates,

para que no te olvides, nunca de mí.

lunes, junio 27, 2005

Carta de presentación Catarsis

CARTA DE PRESENTACIÓN

(Publicada en Revista Catarsis Número Cero)

Lector, seas bienvenido a la revista “catarsis”, realizada principalmente por estudiantes de Psicología como una iniciativa extraclase, surgida por la necesidad de abrir un espacio dentro de esta rama del conocimiento, espacio en donde no sólo cabe nuestra disciplina, sino también (y esta es una invitación abierta) para que las demás ramas del conocimiento nos muestren sus aportes para tener una comprensión más amplia y a la vez más de el ser humano visto ontológicamente, así como la realidad física y sociocultural en que se desenvuelve. Lo anterior es también una necesidad de cuestionar el reduccionismo y el especialismo en el que las ramas del conocimiento inciden cada vez más a menudo, aunque “el peligro no está en que se especialicen, sino que en que los especialistas generalicen”(Frankl, 1971).

Pero antes de continuar es menester aclarar que utilizamos el nombre “catarsis” tomándolo como lo hizo Freud apoyándose en otros autores, haciendo referencia a la descarga de las pulsiones del individuo para el funcionalismo de dicho organismo. En nuestro caso, la manera de descargar estas pulsiones o (si se prefiere utilizar “energía” para un mejor entendimiento pero con las restricciones que la palabra merece) es mediante el lenguaje, principalmente escrito, por lo cual nuestra intención va más allá del mundo de la psicología y se expande hacia la cultura en general.

Continuando con nuestro discurso y retomando la necesidad de abrir un especio más para la expresión universitaria, es indispensable también mencionar que esta revista es nuestro intento de una autogestión aunque sea a un nivel poco visible. En la vida universitaria en donde, de acuerdo con nuestra experiencia, existe apatía hacia la búsqueda y la expresión del conocimiento, existe actualmente, al menos en lo experimentado con nuestra experiencia como alumnos, una pasividad mediocre y porque no decirlo “abúlica” hacia la recepción del conocimiento. Con esto no queremos decir que a raíz de nuestra incursión en este medio de expresión estamos rompiendo de raíz con este patrón. Sin embargo, sí es nuestra iniciativa trabajar en pos del conocimiento, iniciativa que desgraciadamente se observa poco en el alumnado de nuestras Universidades locales y que nos diferencian de aquellos que se adueñan de la búsqueda del conocimiento para un mejor desarrollo de la sociedad a la que pertenecen.

Esta actitud pasiva y no cuestionable que abarca una porción importante de la vida universitaria, afecta de manera importante a la realidad social tan cambiante en la que vivimos y que, si no comenzamos a hacer algo al respecto, se convertirá, como es lógico, en un factor generacional que conduzca a un movimiento social con un camino lleno de sombras en la rama del conocimiento.

Por otra parte, deseamos que quede bien claro que aunque esta revista pertenezca a estudiantes de psicología de la UABC, es una revista independiente de los fines burocráticos de la Institución.

Esperamos ansiosos la colaboración de las demás Universidades y demás ramas del conocimiento y, en general, recibimos con gratitud a quien quiera contribuir para reflejar una imagen cultural lo más objetiva posible.

De tal modo que en el contenido de este material estarán presentes estos aspectos inherentes a la cultura, desde el arte sin afán de patologizarlo, porque la obra de arte no “trata de la reproducción de los entes singulares existentes sino al contrario, de la reproducción de la esencia general de las cosas” (Heidegger, 198). Y es difícil explicar esa esencia con los límites del lenguaje, pero esta cuestión merece más espacio y un fin diferente al que se pretende en este escrito. Además del arte, aspecto esencial de la sociedad, existen otros factores culturales como las expresiones orales y escritas y, en general, el pensamiento y los actos cotidianos de los entes psico–socio–culturales y, si se nos permite, espirituales.

Además esperamos que con el actual proyecto se comience a desmitificar aunque sea en una escala pequeña, el papel del psicólogo, el cual es confundido constantemente por otras formas de intervención.

Para finalizar nos gustaría reiterar nuestra invitación a las demás ramas que buscan la porción de conocimiento que su formación les permite, a dejar de lado cualquier diferencia epistemológica y que busquemos juntos comprender de una manera más óptima al ser humano, visto no solo como un ser abstracto y existencial, sino también conservando el lado instintivo que se yuxtapone con aquél.

No queda más que agradecer su atención y dejar abiertas las puertas para que entre todo aquel que quiera salir de o entrar en sí mismo en pos del conocimiento científico pero humanista en el hombre, acceda a este espacio en donde puede con toda confianza entrar en… catarsis.

Proyecto Catarsis

Mayo 2005

Universidad y docencia igual a ciencia: Primera Parte

(Publicado en Revista Catarsis Número Cero)

Universidad y docencia igual a ciencia

Por Víctor Martínez1

Universidad, docencia y ciencia, conceptos que en la cotidianidad se suponen relacionadas, entrelazadas, contiguas, es más, se les considera de la misma estirpe y valor. Condición que se expresa y se palpa en la realidad cotidiana del iletrado pero también del docto. Esta situación es parte de la realidad de los personajes integrantes de los espacios educativos, universitarios y no universitarios, aunque, claro, prevalece en mayor medida en la realidad Universitaria.

Trataré de explicar esto último, sin rayar en lo inconexo, espero; la universidad representa para numerosos hombres y mujeres la verdad de las verdades; es verdad porque proviene de la investigación, investigación que es científica, ciencia que se encuentra en todos los espacios y seres que constituyen a la Universidad, entonces el docente representa en cierta forma a la ciencia, la que conocemos, claro está, o la que suponemos conocer. Esto último es el traje de luces del docente con el que se enfrenta al toro salvaje de la realidad azuzada por su disciplina, a los cuestionamientos punzantes del hombre común, a las demandas de sus capacidades por la sociedad; aunque al final de cuentas no la conoce, no la practica, no la enamora, no la ofrece genuinamente, no la reconoce honestamente y no la deja ser libre, pero la utiliza. Aclaro que esta expresión no es única y exclusiva del docente, es generalizable a las instituciones educativas –a todos sus espacios y personajes.

Ahora me pregunto cómo puede ser que algo se use pero no se conozca, cómo se puede usar sin respetársele, cómo se le puede usar sin protegerlo, cómo se le puede usar sin reconocerlo auténticamente. Aclaro, me refiero a las condiciones exclusivas, particulares del Noroeste del País.

Este “chillido en el desierto” será sazonado con peroratas que se refieren a diferentes construcciones teóricas que definan el mundo universitario y el mundo que circunda e influye en el mismo.

Conspicua realidad humana y Universidad.

No podemos negar la hambruna física de nuestros pueblos ni la espiritual, pero tampoco podemos negar la existencia de un mundo paralelo donde no hay límites ni para todas las manifestaciones tecnológicas, de hecho este mundo tecnificado ve con recelo y de reojo a aquél mundo bárbaro, retrógrada a las de las carencias y necesidades más primitivas. Hoy nuestras sociedades y personas aspiran distanciarse de ese mundo primario y aproximarse, si no que fundirse, a ese mundo “feliz” de la tecnología. Claro, con sus respectivos riesgos, la pérdida de la esencia humana, que no es una condición obligada en ese mundo nuevo.

Ahora bien, como nuestras sociedades pueden tener acceso a ese mundo prometedor, bueno, una de las vías, no la única, es la Institución educativa –léase educación formal– en todas sus presentaciones posibles. Bien nos dice Francisco Gutiérrez (1974), en su obra Pedagogía de la Comunicación:

“En una sociedad tecnificada el objetivo número uno de la educación no puede ser otro que la instrucción y la especiali-zación. Pero si lo que deseamos es una humanidad en la que se pueda vivir inteligentemente, tal vez necesitemos verificar algunos cambios de inmediato”.

No podemos escapar a los modelos de vida nacientes pero lo que no podemos es perder en la transición, si es que la hay, la esencia, nuestra humanidad, la espiritualidad de nuestra especie, y, a mi parecer, los responsables de los nuevos productos son también responsables de las consecuencias y artífices de enmendar o prevenir las fallas del mismo.

¿Esta es una condición nueva para nuestro país? Mediáticamente, sí, pero veamos lo que nos comenta Julia Flores (2000):

“El impacto de la globalización en los países en desarrollo produce nociones conflictivas sobre la modernidad y la modernización. Los procesos de diseminación de la tecnología y democracia occidentales después de la Segunda Guerra Mundial han contribuido a crear estas contradicciones. la globalización asume entonces diversas capacidades , centrípetas y centrifugas; disemina en todo el mundo valores, formas de pensamiento y organización política modernas (competencia, democracia, derechos humanos), a la vez que alimenta la creencia de que dominio tecnológico provee los medios y el poder de resistir a cualquier hegemonía”.

Al parecer nos corre prisa por incorporar las urgencias de las naciones en desarrollo, mismas que le fueron prioridades en el siglo pasado. A nosotros apenas en éste. Creo que en nuestra carrera nos queremos aligerar y lo primero que hemos tirado es nuestro proyecto de Mexicano, o de persona con alto sentido humano. Este proceso de humanización lo está perdiendo o lo ha perdido la institución educativa, condición nada envidiable que la expresa en sus ideas lúcidas siempre, Merani (1969), idea con la que deseo terminar esta primera sección, a saber:

“Ciencia y filosofía aparecen así sin relaciones reales; a la primera se termina por asimilarla con la técnica; a la segunda, se le niega valor de conocimiento concreto. …El conoci-miento del hombre pasa así a manos de de un «tecnozoísmo» que lo asimila con el estudio de las máquinas, o de una metafísica estéril, vacía de significado porque en sus bases no campea ningún valor real”.

(Continuará…)

1 El autor es docente de la carrera de Psicología en UABC y CUT, Tijuana

Número Cero, junio 2005

Número Cero

Publicado el 27 de junio de 2005

Carta de presentación
El Yo desmitificado
Me
Sueño No. 2
Poesía Zen
Joy Division
La puerta
La mujer de flores bicéfalas
El malestar diversos enfoques
Universidad y docencia igual a ciencia por Lic. Víctor Martínez